Cuando se aborda el estudio de la sociedad y sus instituciones de protección, lo más frecuente es hacerlo desde una concepción estructural funcionalista. Esta forma de enfrentar los problemas sociales ha dado origen a análisis fragmentados y estáticos de las estructuras de la sociedad, en donde no interesa la idea de la dinámica del proceso social, sino la disfuncionalidad del esquema establecido. De conformidad con esta concepción se enfrenta la cuestión de la seguridad social desde la perspectiva de una función del Estado, tendiente a proteger a los trabajadores de las inseguridades y riesgos de trabajo a fin de crear un ambiente f'avorable para la permanencia de las estructuras vigentes.