Descripción:
El mundo contemporáneo es cualitativamente distinto al mundo de la segunda mitad del siglo XX. Actualmente el enfrentamiento tradicional entre los postulados de izquierda y de derecha ha desparecido, y ambas corrientes enfrentan un fenómeno distinto: el populismo anti-ideológico.
Discursos mediáticos y una permanente retórica en contra de las formas y prácticas de las organizaciones políticas con mayor historia, han producido nuevas esferas de poder político y triunfos electorales mesiánicos de personajes que, sin la orientación de programa alguno, llevan adelante una acción ubicada entre la demanda ciudadana y la oferta utilitaria.
Como producto del debilitamiento institucional y de la ausencia de respuestas a las nuevas expectativas de la gente, en Ecuador los partidos políticos con fundamentos ideológicos han visto mermados y fracturados sus niveles de intermediación con el pueblo. Como consecuencia, han cedido espacios en los cuerpos colegiados de gobernabilidad democrática.
Esto, por supuesto, al amparo de errores sistemáticos orientados a mantener el status quo, desdibujando la orientación que esas organizaciones debían tener.