Descripción:
El Ecuador conoce un cambio de actitudes políticas en relación a las reformas políticas que es alentador y contrasta con aquellas que, no hace ni 10 años, predominaron cuando se realizaron las reformas anteriores consagradas en la Constitución de 1997-8. Ahora existe interés por los aspectos institucionales y ya no se ven estas reformas como aquéllas que iban a realizar grandes cambios económicos ni propios a una guerra entre ricos y pobres. No es que las instituciones no incidan en estos aspectos, pero su dinámica e importancia los rebasan y mal se las puede concebir limitándonos a éstos. El actual es, por lo mismo, un contexto particularmente positivo que conviene aprovechar para pensar las instituciones más en frío, en perspectiva y con retrospectiva. No es un azar que hayamos llegado a ello, pues repetimos nuestras crisis políticas y nuestra vida pública ha sido un laboratorio de reformas y posiciones sobre las instituciones.