Descripción:
El juicio y censura política del Superintendente de Bancos; las amenazas de las Cámaras empresariales de “revocar el mandato” del Congreso; y, las exigencias de las regalías petroleras por parte de las FFAA en noviembre del 2000, han puesto de manifiesto en qué medida la “pugna de intereses” ha degenerado en una abierta “pugna de intereses”, mostrando cómo los intereses privados de los diferentes grupos y sectores se han vuelto tan incompatibles entre si, como contrarios al bien común e interés nacional.