Esta revisión de algunos estudios sobre las diferencias étnicas en Ecuador y Perú entre 1950 y 1970 procura establecer los modos de reflexión vigentes, para ese período, en los dos países, notándose que la perspectiva peruana contenía una mayor profundidad que la ecuatoriana, lo que se debe parcialmente al desigual desarrollo de la disciplina antropológica. La visión ecuatoriana se encontraba atrapada en una matriz indigenista y el ensayismo de modo predominante. En los dos países existieron corrientes indigenistas que tuvieron un relativo impacto en las políticas estatales pero cuya influencia declinó en la década del sesenta.