Descripción:
A finales del segundo cuatrimestre de 1999, la economía ecuatoriana sigue presentando un cuadro de profunda crisis, continuando y agravando el panorama analizado en la entrega anterior. Los voceros oficiales, cuyas previsiones suelen ser muy optimistas, prometen que en el segundo semestre las cosas irán mejor; reconocen sin embargo que al finalizar el presente año, el producto interno bruto registrará un decrecimiento de entre el 5 y el 7 por ciento, y la tasa de inflación anual oscilaría entre el 57% y el 60%; a finales de julio la inflación acumulada en los siete primeros meses superaba ya el 34%, manteniéndose como la más alta de América Latina.