Descripción:
A partir de los años 50, respondiendo a los intereses de las grandes economías, los excedentes producidos principalmente por EEUU fueron canalizados en forma de "ayuda" a los países con menores disponibilidades alimentarias. El resultado obtenido fue deshacerse de ese excedente y a la vez crear nuevos hábitos de consumo, es decir, construir potenciales mercados que en los próximos años cubrirían las grandes industrias transnacionales de la alimentación. Inclusive los alimentos empezaron a ser usados como "armas" no militares en el marco de la política exterior de Estados Unidos.