Descripción:
La ciudad de Quito actualmente enfrenta la salida del aeropuerto Mariscal Sucre, que por muchos años influyó fuertemente en el crecimiento y densificación de la ciudad, dejando un vacío urbano, espacio de promesa y expectativa.
Las nuevas políticas urbanas apuestan por dar freno al proceso de urbanización extensiva y antieconómica, buscando volver a la ciudad central, reafirmando la práctica de construir sobre lo construido y un borrado de la ciudad como estrategia de supervivencia y transformación, en este espacio privilegiado de la ciudad.
Los vacíos urbanos son un recurso potencial de suelo urbano, lugares para gestar un cambio y reclamar el derecho a la ciudad, en el caso de esta investigación el vacío producido por ordenanza, se convierte en un espacio de conflicto y negociación, la expectativa del diseño de una nueva ciudad, está sujeta a las disputas de los agentes sociales y grupos de poder que luchan por sus intereses, dejando el valor del vacío urbano exclusivamente que apunta solamente al mercado inmobiliario.