Cuando los conflictos sociales son mediatizados, las rutinas productivas de los medios tienden a deslegitimar los repertorios de protesta de los actores subalternos. Ese fue el caso de las organizaciones de mujeres y colectivos feministas quienes, durante la Asamblea Constituyente en 2008 y el debate del COIP en 2013, reivindicaron la despenalización social y legal del aborto a través de repertorios de acción colectiva, que fueron representados por la prensa como una colección de anécdotas desligadas de sus condiciones históricas de producción. Esta fue una investigación cuya estrategia metodológica se basó en la teoría del framing, a partir de la cual, analizamos los discursos y acciones más representativas de los colectivos ―Pro-aborto‖; y, caracterizamos los encuadres que les fueron atribuidos en El Comercio y El Telégrafo durante los dos episodios de contienda política.